El analista, comentarista político y catedrático de Derecho Constitucional de la USC Roberto L. Blanco Valdés recibió esta tarde en la sede de Afundación (Casa do Pozo), en Santiago de Compostela, el Premio José Luis Alvite 2024, que le concedió por unanimidad la Asociación de Periodistas de Galicia (APG).
El acto de entrega, que la APG hace coincidir cada año con el Día de la Libertad de Prensa, se retrasó en esta novena edición por motivos de agenda del galardonado, y fue presidido por el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude de la Xunta de Galicia, José López Campos, y la presidenta de la APG, María Méndez González. El evento, conducido por la presentadora y redactora-jefa de la TVG Marta Darriba, contó con una nutrida representación de los medios de comunicación y con la laudatio del politólogo, articulista y también Premio José Luis Alvite en 2016, Xosé Luis Barreiro Rivas.
Tras recoger la estatuilla “A deusa de Alvite”, obra del artista ourensano Acisclo Manzano que conmemora este galardón, Blanco Valdés reflexionó sobre el oficio de columnista, señalando que “coloca ao escribidor diante dun permanente Pim, Pam, Pum; pois, opinar non é describir, senón tomar posición, tomar partido sen caer no partidismo, o que provoca, inevitablemente, asentimentos, pero tamén rexeitamentos”. Y añadió además que “o columnismo de opinión esixe, por suposto, seriedade e rigor profesional, pero tamén tomas de posición sobre os asuntos que conforman en cada momento e lugar a realidade”.
En su alocución, Blanco Valdés hizo también una encendida defensa de la libertad de prensa, argumentando que “unha prensa libre constitúe unha peza esencial de calquera sistema democrático e de calquera Estado que estea sometido ás regras do Dereito”. En ese sentido, el también constitucionalista subrayó que “a pluralidade de medios, como a propia pluralidade política democrática, constitúe un elemento esencial das sociedades abertas, das que falou no seu día o gran filósofo Karl Popper”.
El premiado este año con el Alvite, rememoró su infancia, recordando leer por las mañanas de sábado y domingo La Voz de Galicia, con su padre y su tío: “Naquel entón non podía eu nin de lonxe imaxinar que un día, anos despois, eu mesmo asinaría columnas de opinión nun xornal no que publicaron os seus textos moitos dos grandes columnistas de Galicia e de Madrid, como entón había o costume de dicir”.
La presidenta de la APG, María Méndez, destacó la valentía de los escritos del galardonado. “Un coraje del que vino haciendo gala en más de 4.000 artículos y que, hoy, quizá más que nunca, resulta una cualidad que hay que promover a la hora de desarrollar lo que él mismo califica como “apasionante oficio de escribir”. “Una forma de escribir sin miedos, comprometido”, concluyó Méndez, “como debe primar en la comunicación de los periodistas, que aún seguimos reclamando de forma universal cada 3 de mayo una plena libertad de prensa”. Y reivindicó al mismo tiempo, “un oficio alejado de las limitaciones que amenazan, ahora más que nunca, con ensombrecer la tarea comprometida de los que profesamos la tolerancia que, junto con la búsqueda de la verdad, deben ser nuestras únicas fuentes de inspiración”.
Por su parte, el encargado de realizar la laudatio del premiado, Barreiro Rivas, ensalzó a Blanco Valdés, de quien dijo que “hoxe é un referente esencial do xornalismo galego de opinión, que acada tamén unha importante audiencia dixital en toda España, mantendo un marco ideolóxico tan recto coma un raio láser, e apostando só polas variables -novas ou vellas- que manteñen intacta a coherencia do sistema social e político”.
Para Barreiro Rivas, “o columnista necesita ganar lectores novos sen perder os vellos, coñecer e respectar os valores actuais sen perder os fundamentos que vertebran a serie completa de artigos, teóricamente efémeros, para convertelos nun tratado cívico e ético que, en contra da proverbial fugacidade do estilo xornalístico, sexa indefinidamente útil e valioso”. Por ello, afirmó el autor de la laudatio, “admiro que Blanco Valdés, que viña dunha literatura regrada, contextualizada e dirixida a lectores homoxéneos e avanzados, tardara tan pouco tempo en espertar o interese que hoxe concita no público xeral e en figurar entre os columnistas máis lidos de Galicia, sen descartar a alta probabilidade de que sexa, afectivamente, o máis solicitado”.
“Una voz documentada y una visión crítica de la realidad socio-política”
La APG decidió por unanimidad conceder el IX Premio José Luis Alvite de columnismo de opinión, a Blanco Valdés, destacando el jurado -formado por la Directiva de la Asociación-, “su valentía, así como su voz libre y documentada, para comentar la realidad socio-política con una visión crítica, comprometida con el pluralismo, la libertad y la democracia”.
Además de su actividad académica, Blanco Valdés viene desarrollando desde hace años una activa labor periodística como analista político en el diario La Voz de Galicia, desde su columna “El ojo público”, y como comentarista en diferentes medios de comunicación, como Televisión de Galicia (TVG), Radio Galega (RG) o Radio Voz.
Es también autor de más de una veintena de libros sobre constitucionalismo, historia y teoría política, federalismo y organización territorial, junto a más de un centenar de trabajos y ensayos, publicados en libros colectivos y revistas especializadas como Claves de Razón Práctica, El Noticiero de las Ideas, Revista de Libros o Letras Libres.
Conferenciante y profesor visitante en varias universidades de diferentes países, así como en foros institucionales europeos y españoles, Blanco Valdés fue merecedor de otros muchos galardones, entre ellos, el III Premio de Investigación Andalucía-América -que le concedió la Junta de Andalucía en 1990- o el Premio Juan Fernández Latorre de periodismo escrito, en el año 2001.
El Premio José Luis Alvite de columnismo de la APG en 2024, nació en A Estrada (Pontevedra) en 1957. Es hijo del abogado galleguista, diputado provincial y alcalde de A Estrada, Mario Blanco Fuentes, y sobrino del ilustre periodista y escritor gallego Roberto Blanco Torres, a quien se dedicó el Día das Letras Galegas en 1999.